martes, 24 de abril de 2007

"curriculum oculto"

En el texto Currículum oculto y aprendizaje en valores publicado en http://www.pangea.org/inet/publicaciones escrito por Miguel Ángel Santos Guerra de la Universidad de Málaga, se plantea un interesante concepto: el del “currículum oculto” en contraste al “currículum explícito” el cual conocemos todos como el conjunto de actividades diseñadas para el ejercicio educativo en los diferentes niveles (educación preescolar, básica, secundaria, superior).

El autor plantea este nuevo concepto como: “el conjunto de normas, costumbres, creencias, lenguajes y símbolos que se manifiestan en la estructura y el funcionamiento de una institución. Sin pretenderlo de manera reconocida, el curriculum oculto constituye una fuente de aprendizaje para quienes integran la organización. El aprendizaje que se deriva del curriculum oculto se realiza de manera osmótica, sin que se expliciten formalmente ni la intención ni el mecanismo o procedimiento cognitivo de apropiación de significados”.
Este concepto es apoya con la siguiente cita:

Todo centro escolar es una organización peculiar con una cultura moral propia, en el sentido de que provee a sus miembros de un marco referencial para interpretar y actuar, como conjunto de significados compartidos por los miembros, que va a determinar los valores cívicos y morales que aprenden los alumnos y alumnas. este conjunto de normas, supuestos tácitos, creencias y valores se manifiestan en diversos rituales regularizados, reflejado normalmente en la cara informal de la organización del Centro, contribuyendo a socializar a los sujetos" (Bolívar, 1998).

Podríamos interpretar a Guerra exponiendo que cada institución pone en práctica un “currículum oculto” contenido en una serie de normas internas de la institución, destinadas a fomentar el orden, la disciplina, el trato armónico y el funcionamiento acorde de la comunidad educativa en general. Este elemento apoya la idea de que el currículum está ligado a la enseñanza de valores, elemento primordial en el proceso de enseñanza aprendizaje.

En el mismo texto se agregan algunos conceptos importantes para la reflexión:

“Indoctrinar es pretender imponer los valores a la fuerza. El indoctrinador no cuenta con la libertad de la persona. No acepta que tenga el derecho de aceptar los valores que se le proponen. El indoctrinador obliga a asumir los valores, niega el derecho a la libertad de rechazarlos y a elegir otra jerarquía de valores”.

“Instruir es solamente transmitir conocimientos e ideas sin pretender llegar a otras esferas de la personalidad, cercanas al mundo de los sentimientos, de los comportamientos y de las creencias. Algunos profesionales de la enseñanza se declaran meros instructores bajo la excusa de que nadie les ha enseñado a hacerlo o justificando su condición de especialistas en una disciplina que deben dar a conocer. Creo que están en un error. Porque cuando un ser humano está en relación con otros, inevitablemente influye de muchas formas. Un profesor, ante un grupo de alumnos y alumnas, imparte simultáneamente muchas lecciones (no sólo de su materia): de sensibilidad, de respeto, de lenguaje, de compostura, de atención al desfavorecido... O de todos sus contrarios”.

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